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Una de las preocupaciones de salud de muchas personas, tiene que ver con los niveles de triglicéridos en su sangre. Estos lípidos sanguíneos, que facilitan la transferencia de las grasas del hígado al tejido adiposo son súper necesarios para almacenar las grasas y usarlas como energía.
Sin embargo, cuando estos niveles elevación de triglicéridos, tal como expresa la doctora Catherine Scheraldi, especialista en medicina interna e endocrinología, sobrepasan lo normal (150mg/dl pero el nivel óptimo es menos de 100mg/dl) corremos el riesgo de sufrir una pancreatitis o una enfermedad cardiovascular.
“La pancreatitis produce fuerte dolor abdominal que puede irradiarse al omóplato izquierdo y empeora al comer o beber, especialmente comidas grasosas y alcohol, está asociado a la ansiedad, fiebre, ictericia leve, náuseas, vómitos y sudoración”, puntualiza la especialista.
La elevación de los triglicéridos, al ser asintomática, requiere de un análisis sanguíneo en ayunas y puede ser tratado por médicos internistas, endocrinólogos y cardiólogos. La doctora Scheraldi recomienda iniciar los exámenes en hombres mayores de 35 años y mujeres de 45, a menos que haya en la familia riesgos de enfermedades coronarias.
Esta condición, conocida como hipertrigliceridemia, se asocia con la obesidad especialmente abdominal, la diabetes, hipotiroidismo, insuficiencia renal y pancreatitis. También se han encontrado genes responsables por estas elevaciones.
“Usualmente hay múltiples variantes genéticos envueltos. Cuando está asociado con otras enfermedades donde el riesgo de enfermedades cardiovasculares está aumentado, debemos disminuirlo con dieta, ejercicios y en algunos casos con medicamentos si es necesario”, expresa la especialista.
Sin embargo, el tratamiento en las personas con diabetes, síndrome metabólico o enfermedad cardiovascular debe ser más agresivo que en las personas sin estas enfermedades por el alto riesgo de infartos que tienen. “En las mujeres embarazadas, no necesariamente la elevación de triglicéridos es fisiológica, a menos que haya una enfermedad genética añadida. En estos casos se indica una dieta muy estricta en grasa”, agrega la doctora Scheraldi.
En sentido general, para controlar o disminuir los triglicéridos se recomienda una dieta baja en grasas, alcohol y carbohidratos como arroz, harina, yuca, papas, plátanos maduros, jugo, refrescos y dulces. Además, los triglicéridos responden muy bien al ejercicio aeróbico.
Al tener los triglicéridos una relación directa con la enfermedad coronaria, el médico debe calcular el riesgo de forma particular en cada personal, para decidir si se necesitan fármacos añadidos a la dieta y los ejercicios.
En República Dominicana, a falta de estadísticas actualizadas, no podemos ser específicos con el porcentaje de personas con esta condición, sin embargo, en Estados Unidos la incidencia es de aproximadamente 30%, tal como agrega la especialista.
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